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Pulida de pisos Bucaramanga
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Cristalizados Nítola cuenta con más de 30 años de experiencia en Bucaramanga y su área metropolitana, muchos clientes que respaldan su servicio. El pulido de pisos para hoteles presenta algunos desafíos que requieren mucha atención a los detalles; nuestro personal calificado sigue una hoja de ruta que le permite verificar la calidad del servicio desde el diagnóstico inicial de sus pisos de mármol o granito hasta la entrega final del servicio, ajustándonos al cronograma y al presupuesto.

La caliza. Piedra común y a la vez preciosa

La caliza. Piedra común y a la vez preciosa

Por el corresponsal de ¡Despertad! en Bélgica( “Tomado de la Revista Despertad”)

¡PIEDRAS PRECIOSAS! El concepto evoca imágenes de un resplandor multicolor: diamantes, esmeraldas, rubíes, zafiros, caliza… ¿Caliza? Sí, la humilde caliza es un tipo de piedra preciosa.

En Bélgica, como en la mayoría de los lugares, se encuentra caliza casi por todas partes. Se utiliza tanto en la construcción de casas sencillas como en la de imponentes monumentos. La caliza también se encuentra en el suelo que pisamos, en forma de grava. ¿Qué es exactamente esta materia que se encuentra en tantos lugares?

La caliza es una roca calcárea que contiene más de un cincuenta por ciento de carbonato cálcico. Su formación tuvo lugar hace mucho tiempo como resultado de una serie de procesos que produjeron diferentes clases de caliza. Animales marinos como almejas, caracoles y corales extraen carbonato cálcico del agua, y lo utilizan para formar sus conchas y esqueletos. Al morir estos organismos, los restos esqueléticos permanecen. Es por eso que The World Book Encyclopedia dice: “La mayoría de los estratos de caliza que se encuentran por todas partes de la Tierra fueron en un tiempo arena de concha o de coral y lodo”.

La caliza también se forma como resultado de la evaporación del agua en una solución de carbonato cálcico. En algunos casos el carbonato cálcico del agua se precipita directamente y se acumula alrededor de ciertos manantiales, así como en el fondo de lagos y océanos. Los levantamientos de la corteza terrestre han hecho que algunas zonas que antes estaban sumergidas en agua queden por encima de la superficie de esta. (Compárese con el Salmo 104:⁠8.) Es evidente que la caliza abunda. Según cierto cálculo, constituye el 20% de todas las rocas sedimentarias. Pero la caliza es también sumamente útil.

La creta, compuesta de esqueletos microscópicos de minúsculas formas de vida marina, es una variedad de caliza. Y el mármol también lo es. El mármol se forma cuando los depósitos de caliza se ven sometidos a calor y presión durante largos períodos de tiempo. Muchas cavernas famosas, como las de Carlsbad, en Estados Unidos, tienen hermosas estalactitas y estalagmitas de caliza. Estas se van formando por la filtración de gotas de agua con carbonato cálcico diluido.

Las dificultades de su extracción

No obstante, la caliza no se obtiene fácilmente. Las excavaciones a cielo abierto, o canteras, cobran forma al quitar la tierra que cubre el depósito de caliza. Laboriosamente y con increíble perseverancia, los canteros de antaño cavaban zanjas estrechas para extraer franjas de piedra, y colocaban a un lado los bloques más grandes. Luego venía la difícil operación de partir en pedazos estos bloques golpeándolos con almádenas.

Hoy día estas tareas tan duras se hacen con máquinas. Aunque el trabajo en una cantera es peligroso, existe tal necesidad de caliza que el hombre ha tenido que aprender a afrontar los riesgos de extraerla. La caliza de buena calidad suele extraerse mediante explosivos de baja energía, aunque un método mejor es cortarla con sierras.

La construcción con caliza

La caliza es ideal para ciertos objetivos de la construcción. Por un lado, proporciona buen aislamiento a un edificio. Una pared de caliza de 30 centímetros de grosor mantiene constante la temperatura interior aun cuando en el exterior se produzcan variaciones de hasta 20 °C. La masa de la pared de piedra caliza hace que su superficie interior permanezca a la temperatura media de la habitación.

La caliza también es muy útil para insonorizar. Además, si se emplea adecuadamente puede incluso autoimpermeabilizarse. El dióxido de carbono del agua de lluvia reacciona con la piedra y progresivamente forma una capa protectora impermeable sobre su superficie.

Pero eso no es todo. La caliza es, asimismo, una piedra hermosa. El famoso Arco del Triunfo de París no es más que una de las varias estructuras famosas construidas en piedra caliza. También son dignas de mención las grandes pirámides de Egipto, cuyos bloques de caliza alcanzan pesos de hasta 16 toneladas. El mármol es una variedad de caliza susceptible de buen pulimento. El lustre y la belleza perdurables del mármol hicieron de este la piedra preferida de Miguel Ángel y otros escultores de su talla.

La caliza y la cal

Por supuesto, no toda la caliza recibe un uso tan destacado. Mucha se pulveriza en molinos como primer paso para procesarla y convertirla en una variedad de productos importantes. Por ejemplo, desde tiempos bíblicos, el hombre ha calcinado la caliza para obtener cal (óxido de calcio). En aquel tiempo, la calcinación se llevaba a cabo en caleras de forma cónica o cilíndrica. La cal servía de ingrediente básico para hacer argamasa y se utilizaba para enlucir paredes y blanquear muros y sepulcros. (Deuteronomio 27:4; Ezequiel 13:10; Mateo 23:27; Hechos 23:⁠3.)

Hoy en día la cal sigue teniendo muchos usos importantes. En algunos países el agua es potable gracias a que se utiliza cal para purificarla. El agua de cal, que lleva carbonato de cal o sulfato de cal disuelto, sirve para combatir la diarrea. La cal también se utiliza para neutralizar la acidez del suelo. Aumenta la permeabilidad del terreno al agua y el aire, contribuyendo con ello a la producción de alimentos nutritivos. La cal se utiliza incluso para fabricar azúcar.

La lista de los usos de la caliza y sus productos es realmente extensa. Pero hay que admitir que obtener caliza tiene sus inconvenientes. Las canteras a cielo abierto se dejan muchas veces abandonadas, lo cual afea el paisaje. Los pueblos cercanos a las canteras quedan cubiertos de ese característico polvo blanco, y la gente de las inmediaciones tiene que soportar las molestias del ruido y las vibraciones de las voladuras.

Sin embargo, cuando se toman en consideración los muchos usos que recibe, puede decirse que la caliza es una piedra verdaderamente preciosa. No es un diamante, claro está; pero, ¿acaso se ha construido alguna vez un edificio o monumento con diamantes?